M.

La felicidad es la ausencia del miedo. Hoy me he dado cuenta que ya no tengo miedo.

sábado, 20 de abril de 2013

Se deja de querer...

Se deja de querer y no se sabe porque se deja de querer...es como abrir la mano y encontrarla vacía y no saber de pronto qué cosas se nos fue.
Se deja de querer, y es como un río cuya corriente fresca ya no calma la sed, como andar en otoño sobre las hojas secas y pisar la hoja verde que no debió caer.
Se deja de querer, y es como el cielo que aún dice adiós llorando después de que pasó el tren o como quien despierta recordando un camino pero ya solo sabe que regresó por él.
Se deja de querer, como quien deja de andar por una calle sin razón, sin saber, y es hallando un diamante brillante en el rocío y que al cogerlo se evapore también.
Se deja de querer y es como un viaje detenido en la sombra sin seguir ni volver.
Y es cortar una rosa para adornar la mesa y que el viento deshoje la rosa en el mantel.
Se deja de querer, y es como un niño que ve como naufragan sus barcos de papel o escribir en la arena la fecha de mañana y que el mar se la lleve con el nombre de ayer.
Se deja de querer y es como un libro que aún abierto hoja a hoja quedó a medio leer, y es como la sortija que se quitó del dedo y solo así supimos que se marcó en la piel.
Se deja de querer...y no se sabe porque se deja de querer.

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