M.

La felicidad es la ausencia del miedo. Hoy me he dado cuenta que ya no tengo miedo.

viernes, 7 de diciembre de 2012

Soñar menos y dormir un poco más.


Es como si todo lo que ya ha sido, ya no es, ya no está.
Cada vez que avanzo se deshace el camino tras mi paso, como en cualquiera de esos videojuegos en los que si avanzas ya no hay paso atrás que valga. Y veo que paso de nivel en nivel pero que no hay ninguno de esos caminos que me lleve a guardar la partida, que si me giro ya no hay nada, que mi pasado ya no existe. Y mi presente juega a estar presente unas veces y otras no.
Yo eso del Carpe Diem lo llevo fatal se me olvida que hay que soñar menos y dormir un poco mas, pero mi cama no está hecha y nadie me espera para deshacerla, pero aveces me da lo mismo y otras no tengo tiempo para que me pueda importar.
Y yo no rompí mi parte del trato, pero es que ya no encuentro ninguno contrato ni siquiera para un rato a largo pazo.
Pero siempre habrá un fondo negro que pondrá en letras blancas "to be continue..." por mucho que no haya presupuesto ni tiempo para seguir con la película, por que cariño, aquí todo sigue contigo.
Y rompamos ya nuestra parte del guión y pidamonos perdón, tachemos todos los te quieros y sintamos un poco más que no siga con el argumento.
Y es que...hay que hablar menos de amor y hacerlo mucho más.

lunes, 3 de diciembre de 2012

CUÁNTO NOS QUEREMOS.

Corazón estrellado llamando a tierra, a algún alma que sepa curar las heridas del corazón sin alcohol de olvidar.
Me he dado cuenta de cuánto nos queremos, porque ya no nos decimos cuánto lo hacemos. Porque hemos dejado de hablar de amor, para hacerlo. Porque esto funciona así. Cuando somos jodidamente felices, dejamos de hablar del momento para ser el momento. Por eso no deseo decirte nunca cuánto nos queremos, porque el amor no se mide ni el litros ni en toneladas. Se mide en las horas que no sueño porque ya tengo la certeza de estar soñando. El amor se mide en las veces que suspiramos, y en la cantidad de instantes que dejamos de ser nosotros, para ser otra persona. 
ME HE DADO CUENTA DE CUÁNTO NOS QUEREMOS.


Reina de las ruinas.


Si, vale, tienes razón  me dislocas, me mueves, me paralizas, me estrujas mi órgano más vital y haces que sea la jodida reina de las ruinas, vale, lo admito, pero esto se me hace demasiado grande, ¿sabes?. Y ami nunca me han enseñado a vivir con algo que me queda 3 tallas de más, por eso improviso, y por eso hecho por tierra todo lo que digo por que tengo miedo de estar destinada al fracaso.
Siempre me enseñaron a estar callada, por que siempre serás esclavos de tus palabras, pero dueño de tus silencios, por eso me callo y te sonrío, y ya está. Por que las mejores cosas no se dicen, pero ya estoy harta de eso de que se siente pero no se dice y se mira pero no se toca. Es que, es que por tu culpa se me han ido a la mierda "mis yo nunca", "mis yo que va" y "mis yo siempre". Y es que se me hace tan sencillo quererte que me jode, y ya sé que ningún proyecto de vida con éxito ha salido de un plan consentido, pero quiero que sepas una cosa, yo siempre, siempre, siempre, estuve dispuesta a todo, hasta que te conocí.

Amor.

No voy a perder lo que tanta gente anda buscando por ahí como loca. No voy a ser tan tonta. Amor. Te voy a querer. Tanto, tanto, tanto. Que no te hará falta preguntármelo ni una vez al mes. No te hará falta. Voy a darte tantos besos como el frío me deje darte. Voy a amarte. Mucho. Tanto. De más. Hasta que me canse. Y entonces ya no te vuelvo a querer. Y me pierdo entre la gente. Y te olvido. Y me vuelvo loca. Pero hasta entonces voy quererte. Como nadie y como nunca. Como hasta ahora. Durante el resto de los días que nos quedan. Lo prometo. Prometo quererte hasta que se nos gaste. Amor.

Para llorar un ratito.


domingo, 2 de diciembre de 2012

Todas mis catástrofes.

Cualquier día de estos arranco el corazón y me voy de aquí, pero prometo dejarte un possit pegado en la nevera, para decirte donde no voy a estar, donde no vas encontrarme y donde no voy a querer verte, y te darás cuenta que no habrá ningún lugar apuntado porque en todas las direcciones me desvío aunque te tenga que seguir en dirección prohibida. Eres dos jodidos turnos sin salida. La autodestrución más dulce, mi sonrisa preferida, y no quiero tus mejores noches si no me das tus buenos días. Podría hacerte el amor y la guerra, entre otras cosas, en el mismo espacio y tiempo. Pero aquí solo estoy perdiendo horas, minutos y segundos. Tengo demasiados daños colaterales por batallas perdidas, pero aun hay quien dice que la guerra aun no está perdida Y yo no sé que decir ante tantos jaques mates suspendidos por puntos suspensivos que no finalizan ni el primer párrafo de toda esta historia. Maldita historia, que no para de sobre-escribirse, de tachar situaciones y borrar sentimientos, que ahora mismo se amparan en su derecho de permanecer en silencio porque cada palabra que digan puede ser utilizado en su contra. Y no he querido llegar hasta aquí para poner nombres ni etiquetas a algo que ha nacido solo y a lo bestia, pero tendré  que decirlo, decírtelo, aunque me delatara y me viera desnuda en sentimientos, pero algún día tendría que demostrarme que en realidad no soy tan cobarde y que soy capaz de mirarte a las pupilas y decirte que me estás enamorando.