La suerte.

Para algunos la suerte es que te toque la lotería, que el equipo contrario marque de rebote o encontrarse una moneda de dos euros en la calle. Para mí la suerte es otra cosa. Para mí la suerte es descubrir que no todo lo que ocurre tiene que ser malo, que a veces las cosas suceden por algo. Para mí la suerte es darte cuenta de que existe algo que te inspira, que te alivia, algo con lo que te sientes realmente bien y con lo que no necesitas nada más, algo que realmente te gusta. Es saber que existe alguien al que darle los buenos días todas las mañanas, por quien te levantas con una sonrisa, alguien que te hace sentir que solo importas tú. Para mí la suerte es tenerte cerca, no perderte, sabes que estas ahí, besarte, para mí es necesitarte, quererte cada día un poco más e intentar no alejarte. TÚ eres lo que yo entiendo por SUERTE.

Eres tú.

Los ojos cerrados bajo la lluvia, nunca imaginaste que harías algo así. Nunca te habías visto como…no sé como describirlo, como una de esas personas a las que les gusta la luna o que pasan horas contemplando el mar o una puesta de sol. Seguro que sabes de qué te estoy hablando, quizás no, da igual. A ti te gusta estar así, desafiando el frio, sintiendo como el agua empapa tu camiseta y te moja la piel  y notar como la tierra se vuelve blanda bajo tus pies…y el olor. El sonido de la lluvia al golpear las hojas. Todas esas cosas que dicen los libros que no has leído.

No hay más.

Nos limitamos a decir que la vida es una mierda, nos cagamos en ella e incluso la odiamos. Creo que no hay motivos, vivimos gracias a ella. Vale que haya situaciones como cuando se muere alguien cercano en la que la odiemos, pero no tenemos motivos, nosotros vivimos para morir. Es ley de vida, nadie lo puede cambiar. Todos pasaremos por ello algún día, claro que da pena, yo también lo he pasado pero no es culpa de la vida, simplemente nadie tiene la culpa y eso nos aterroriza el que no haya culpable, pues no, no lo hay en algunas situaciones. Las cosas pasan. Al igual que en el amor, nos cagamos en la vida porque un chico ha jugado contigo, ¿y? la vida no tiene la culpa, tú has dejado que él te domine, cuando la única que deberías dominarte eres tú. Las cosas no pasan porque la vida quiere que a mí por ejemplo todo me vaya mal al contrario, ella me da la vida, ella deja que me sucedan tanto cosas buenas como cosas malas. Las cosas buenas sirven para subirte la moral pero y ¿las malas? no aprendemos con las cosas buenas sino con las malas, las que nos dan lecciones, las que hace que no tropecemos más de dos veces con la misma piedra. Y todo esto, esto es la vida, no hay más.