Se siente en la luz de la mañana cuando los besos del ayer se piensan y regresan a mí como lentos latidos...estoy viva, respirando el deseo que posee con fervor el imposible paraíso, estoy muerta, y el perfume de mi corazón roto despierta a los ángeles caídos, estoy esperando que mis manos alcancen la realidad que sobrevuela mi mente y a mitad del día alguien se pose del otro lado del oceano y en esa distancia me extrañe, me quiera y me ame. Se siente en la débil luz de la tarde cuando las lágrimas se congelan en la penumbra donde estoy desapareciendo... estoy sola, y el día brilla demasiado para poder ver y la noche está oscura para que mis ojos te alcancen, estoy perdida, y escucho el silencio del vacío más allás del dolor. Y cuando todo al fin se desvanece, no hay suficiente dolor para recordarme que aun estoy vivo, porque ese dolor no existe y las cicatrices sonríen estando tristes...
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