M.

La felicidad es la ausencia del miedo. Hoy me he dado cuenta que ya no tengo miedo.

domingo, 3 de abril de 2011

Fecha de caducidad.

Por muchas noches en blanco que una dedique en pensar en su biografía sentimental, la verdad, es que encontrará poca soluciones. Podrá parchear tal o cuál relación. Pero al final volverá a pasar lo de siempre, que en un momento dado saltará en pedazo, como tantas otras veces, porque uno es como es y no es fácil dejar de serlo para querer a alguien, es casi, un combate perdido. Así que lo mejor que nos podría pasar es que las relaciones sentimentales vinieran con fecha de caducidad, como los yogures, así sabríamos de ante mano cuál es la fecha del final, y no perderíamos el tiempo con discusiones, sospechar....Nos dedicaríamos a disfrutar cada momento hasta la última décima de segundo. Aunque si lo piensas, lo bueno de no tener fecha de caducidad es que nos permite seguir soñando con que esta vez sí ese yogurt pueda conservarse para siempre.

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